Este cesto nos supuso un reto, ya que las premisas eran; verde y sólo verde, y liso, sin estampados de ningún tipo. Sencillez al servicio de la elegancia, vamos, que también nos gusta. Y además para alguien con los gustos y las preferencias muy claros, cosa que, claro, también nos gusta. Así que pusimos en marcha la máquina de la creatividad y empezamos decantándonos por este intenso verde Andalucía; profundo, vivo pero muy elegante a la par. Y después ya jugamos con complementos de la misma gama, pero en distintas intensidades y como toque especial bordamos las iniciales de la dueña del cesto en el centro. El cesto está envuelto en tela Batista y en remate inferior es un encaje de perlé también en verde con un plisado de otoman. El remate superior consta de minimadroños en verde de la misma gama y una lazada en seda con un camafeo de porcelana con dama sobre fondo verde engarzado en la misma. Sólo un color, diferentes toques, y este es el espectacular resultado!
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